El centro de Día Don Bosco relata al detalle la primera convivencia del curso. Detrás de cada una de estas salidas especiales hay muchas horas de preparación por parte del equipo educador. Las acampadas, las excursiones en diferentes momentos del curso son una actividad fundamental dentro de las programaciones de todos los proyectos de la Fundación Ángel Tomás – FISAT.  

Por: FISAT

Las acampadas, las excursiones en diferentes momentos del curso son una actividad fundamental dentro de las programaciones de todos los proyectos de la Fundación Ángel Tomás – FISAT.

Detrás de cada una de estas salidas especiales hay muchas horas de preparación por parte del equipo educador; no sólo respecto a la logística que requiere (reservar los espacios, transporte, materiales, comidas, prever lo previsible e imprevisible….) también un trabajo de objetivos que se quieren lograr con estas actividades: la convivencia fuera del aula, el respeto por la naturaleza, hábitos saludables de alimentación e higiene personal, compañerismo… en definitiva, se trata de aprovechar un cambio de escenario para potenciar habilidades personales y sociales que ayudará a los menores en su día a día.

Convivencia del Centro de Día Don Bosco en la granja-escuela Casablanca

Los días 4 y 5 de octubre el Centro de Día Don Bosco realizó su convivencia de inicio de curso en la granja-escuela Casablanca de Xàtiva. Alejados del bullicio y el ruido de la ciudad, los menores del centro pudieron disfrutar de una extraordinaria y enriquecedora experiencia rodeados de un entorno natural privilegiado.

Desde la tarde del viernes, las niñas y niños del centro, acompañados por sus educadoras/es, esperaban con ganas la llegada del autobús que pondría rumbo a Xàtiva. Una vez allí, y tras la puesta en común de las pertinentes pautas básicas de organización y convivencia, daba comienzo una primera actividad temática en la que, transportándonos a la Edad Media, los niños y niñas debían superar las distintas pruebas de habilidad y cooperación para convertirse en auténticos caballeros medievales.

Todavía con la emoción del primer día, llegó el momento de la velada nocturna. En ella, agrupados por equipos, menores y educadoras/es tuvieron la oportunidad de demostrar sus grandes dotes interpretativas, en un divertido concurso musical al más puro estilo “furor”.

Pero no sería hasta el mismo sábado cuando, con las botas apretadas y las energías bien recargadas, los medianos y mayores realizaron una pequeña ruta a pie por la Sierra del Castell, culminando con una visita cultural al castillo de Xàtiva. Mientras que los más pequeños, caminaron hasta la Ermita de San Félix donde realizaron una serie de juegos grupales.

Sin duda, dos intensos días de convivencia que dieron para mucho, y que marcan el inicio de lo que será un curso lleno de grandes emociones y experiencias compartidas.