El equipo educativo de los Pisos Magone de FISAT está inmerso en la creación de un proyecto para visibilizar y reflexionar sobre las buenas prácticas que los chicos de los hogares de emancipación les enseñan.
Por: FISAT
El objetivo del proyecto «Mucho por ofrecer, mucho por aprender», que contará con diversos materiales de difusión, es que podamos aprender y recuperar gestos, que en el día a día pueden pasar desapercibidos, pero son esenciales para construir relaciones basadas en el respeto y el amor al prójimo. El equipo educativo los ha detectado y su objetivo es que todas y todos podamos conocerlos, Así nos lo explican:
MUCHO POR OFRECER, MUCHO POR APRENDER
La vida ajetreada del día a día nos inunda de ocupaciones y preocupaciones que nos hacen ir a toda velocidad deambulando de un lado a otro. Todo ello acompañado por nuestra mente y sus pensamientos agitados, sin darnos tiempo a interiorizar y disfrutar de los momentos maravillosos que transcurren paralelamente a nuestro caminar.
Cuando te das tiempo, paras, compartes, observas y escuchas con el corazón, ves dinámicas y situaciones cotidianas dignas de ser narradas. Entonces empiezas a descubrir las acciones y los valores intrínsecos que marcan la personalidad de algunos de los chicos que residen con nosotros y nosotras.
De repente el reloj se para, acorralas a un lado la visión sesgada por la influencia de los estereotipos y las demandas de nuestra profesión y tratas de enfatizar con el corazón, mirando a la otra persona desde su sencillez y simplicidad. Desde ese punto estás preparado para encontrar y descubrir todo lo que la otra persona lleva en su interior y toda la grandeza de aquello que nos puede aportar.
Por un momento, reaparecen como por arte de magia, algunos valores y acciones que quedaron olvidados en alguno de los cofres de nuestra memoria. Observamos con admiración y algo de nostalgia los quehaceres que en algún tiempo no tan lejano formaron parte de nuestra rutina. Ahora, la presión de la sociedad actual, acompañada del individualismo, el consumismo, el etnocentrismo, las redes sociales y una percepción equivocada en la que todo vale, las ha dejado abandonadas en la cesta del olvido.
Llegado a este punto solo queda empaparnos hasta más no poder de sus vivencias, sus roles y su forma de ver el mundo. En definitiva de esa riqueza cultural que nos remueve de nuevo por dentro y nos demuestra cuán equivocados estamos al olvidarnos del sentido de comunidad y el respeto por cada ser humano.
Como equipo educativo tenemos que poner en valor esas prácticas sencillas y cotidianas que deambulan por nuestro entorno y seguir observándolas e impregnándonos de ellas.
Como buenas prácticas y con la intención de que no queden en el olvido, nos hemos propuesto darles la visibilidad que se merecen y a su vez construir espacios de reflexión, debate, diálogo y sobre todo, difundirlas.
En esta primera fase se ha estado examinando, recogiendo, analizando y contextualizando aquellas situaciones y momentos que entendemos que tienen un valor lo suficientemente importante para compartirlo y propagarlo.
Y en breve plantearemos propuestas a otros proyectos afines, editaremos dípticos y vídeos que visualicen los ejemplos cotidianos que contemplamos, aprendemos y nos enorgullecen por la forma de proceder de los chicos con quienes tenemos la suerte de compartir un trocito de su día a día.
En estos momentos 5 son las iniciativas que estamos tratando de dotar de forma, contenido y sentido propio:
“Un saludo no es suficiente, quiero saber cómo estás y cómo te ha ido”
“Un té como muestra de mi agradecimiento a ti como persona”
“Si yo tengo, una parte de ello tiene que ir para quien no tiene”
“Mis fiestas, son nuestras fiestas”
“Quiero que profundices en mis creencias, pero también quiero saber de las tuyas”
Con estos cinco títulos tan prometedores y humanos queremos empezar a darle vida a este mini proyecto titulado “Mucho por ofrecer, mucho por aprender ”.
Para acabar, nos hacemos eco de una frase que aparece en una de las 5 historias de la película-documental “En el mundo a cada rato», más concretamente en la titulada “Binta y la gran idea”.
“Mi padre dice que debemos aprender del comportamiento de los pájaros, los pájaros son tan listos que cogen lo mejor del norte y lo mejor del sur”.
Vuela, recoge, ofrece y aprende.