400 es el nuevo programa de À Punt, la televisión autonómica valenciana, y el pasado 12 de enero en su estreno, 105.000 espectadores vieron este docureality sobre entidades sociales. La Fundación FISAT y sus proyectos sociales de infancia y juventud fue la primera entidad invitada a compartir su trabajo.
Por: FISAT
Durante más de una hora, 400 refleja el día a día de los proyectos sociales salesianos. Este nuevo programa de À Punt está dirigido y conducido por Pere Aznar, un cómico y monologuista que durante varios días explora desde el respeto y la curiosidad qué hay detrás de las puertas de proyectos como la residencia de acogida de niños, niños y adolescentes, Casa Don Bosco de Burriana, el Proyecto de Apoyo Educativo o el piso de emancipación Buzzetti.
Pere Aznar en su convivencia habla con muchas personas, trabajadoras y trabajadores, jóvenes destinatarios y destinatarias; y descubre las vivencias Ana, Juanxo y Alí Rahmen quienes se dejarán acompañar por el cómico con el objetivo de transformar sus experiencias vitales en un monólogo que hará mover al espectador los 400 músculos que utilizamos al reír.
VER PROGRAMA 400“Es un premio a la Fundación por nuestra labory por la vida de estos chavales”
Un resultado que desde FISAT se valora como un premio al trabajo de la entidad. Raúl Hernández, director de la plataforma social de salesianos Burriana, explica el impacto que ha tenido el programa 400.
“La experiencia del programa también ha creado un sentimiento de unión, de familia en el sentido de pertenencia. Esta actividad nos ha ayudado a reforzarnos, a alegrarnos de que nuestro día a día se vea reflejado en la sociedad, en que haya un momento de dedicación para nosotros y eso lo hago extensible a toda la fundación.
A nivel personal lo he vivido siempre desde la tranquilidad. Eran pocos los contras una vez conocida su línea editorial. Lo he vivido como un premio a la Fundación por nuestra labor y por la vida de estos chavales y disfruté muchísimo todo el proceso, la experiencia y el resultado.
Las respuestas de la gente han sido muy buenas. Ver el share del programa y saber que más de cien mil personas han visto a FISAT y han visto cómo trabajamos me parece brutal. Que las buenas tardes de Juanxo hablando de Bartolomé Garelli, origen de nuestra entidad como salesianos, se oiga en la televisión pública me parece brutal así que yo creo que es un regalo para nosotros como entidad y lo es para los chavales”.
Complicidad detrás de las cámaras
La preparación de 400 ha durado varios meses desde la primera toma de contacto de la productora con FISAT. “Ya las primeras impresiones fueron muy buenas, quizá desde ahí nuestra seguridad en encaminarnos en algo así”, explica Raúl.
“Huyeron del amarillismo, querían relatar verdaderas experiencias transformadoras de personas que parten de una clara desventaja social y esto creo que es lo que nos enganchó”.
Todo el mes de septiembre se dedicaron a llamadas y videollamadas de más de una hora contado anécdotas, experiencias, emociones, frustraciones sobre todo nuestro sector y esto les dio muchos datos de cómo trabajamos, de nuestras intenciones. En ese proceso se fueron destacando nombres (Juanxo, Ana, Rahaman). A mediados de octubre nos plantean un guion, nos dan total libertad para opinar, cambiar, no hay una línea editorial que nos limitara, al contrario, total libertad para hablar del tema que fuera, lo que nos gustó.
Vimos a un Pere Aznar muy humano, muy comprometido en hacer un proyecto de este estilo. Son esas conversaciones que tienes con personas que sabes que no sólo están por interés mercantil, sino que también hay un fondo de querer dar a conocer algo, una historia, una entidad…
Las jornadas de grabación fueron muy intensas. De 9 de la mañana a 7 de la tarde, con una hora para comer, con horarios organizados para que todas las personas pudieran participar. Raúl agradece la acogida de la Casa Salesiana que puso todas las facilidades y cedió espacios e instalaciones, estando a disposición, “también lo vivieron desde esa alegría”, señala.
Han sido muchos los momentos a destacar, por ejemplo, “el día que se reúnen con los chavales de la casa fue muy emocionante. Los chavales lo vivieron como protagonistas ese día. Enseñándoles cómo funcionaba la casa, las instalaciones, proponiendo ideas, ellos escuchándoles. Muy bonito. La escena del comedor que da inicio al programa, refleja muy bien cómo se hacen esos momentos de comedor, y los chavales estuvieron super bien, participando”.
El teatro, una tarde de risas y emociones
El final de la grabación del programa transcurrió en el teatro Principal de Castellón donde se grabaron con público los monólogos de los tres protagonistas. Allí estaban invitados destinatarios y destinatarias de los diferentes proyectos, personal de FISAT; personas de otros ambientes de la casa salesiana de Burriana. Fue una tarde muy divertida y sobre todo emocionante.
Esa tarde fue muy bonita porque fue el colofón y sobre todo por poder escuchar el relato de estas personas. Piensa que hay chavales que están viendo su posible futuro; chavales que estaban sentados escuchando cómo Ana ha superado cada uno de los baches, cada uno de los objetivos que se ha puesto hasta alcanzar sus metas.
Juanxo que es ese educador que resulta que no conocíamos su historia y nos habla de esa infancia complicada o Rahman, que siempre está con una sonrisa pero nos cuenta que ha cruzado 14 países desde Pakistán hasta llegar a España, esto a los chavales les marcó ese día. Y les marcó cuando vieron el programa todos juntos en el teatro de la casa salesiana y los chavales del PAE con el testimonio de Juanxo se removieron, -nuestro educador ha pasado por situaciones parecidas a las nuestras-.