Teresa Herreros en el centro junto a Alicia Martí (izquierda), responsable de RRHH; y Monti Garrido (derecha), responsable de los proyectos socioeducativos de FISAT.
En la IV Jornada «Quiero Ser Social» de FISAT conocerás las buenas prácticas en Responsabilidad Social de Teresa Herreros y Cobertura Solidaria. Un encuentro organizado por la Fundación Ángel Tomás- FISAT y financiado por la Conselleria de Participació, Transparència, Cooperació i Qualitat Democràtica.
Por: FISAT
Teresa Herreros y su proyecto Cobertura Solidaria forman parte de la familia de la Fundación Ángel Tomás- FISAT. Los caminos de Teresa y la entidad salesiana se han unido gracias a su inquietud y sobre todo su responsabilidad y compromiso con el cambio hacia una sociedad mejor.
Teresa es un gran ejemplo de cómo los negocios no son incompatibles con el apoyo a acciones sociales y a entidades del Tercer Sector. Un apoyo basado en la admiración y el respeto por el trabajo que realizan las ongs y fundaciones a las que respalda y en el convencimiento de que todas y todos tenemos un compromiso hacia los demás.
¿Qué es Control Integral del Riesgo y cuál es su relación con Cobertura Solidaria?
Control Integral del Riesgo es una agencia exclusiva de la compañía CESCE, cabecera de un grupo de empresas que ofrece soluciones integrales para la gestión del crédito comercial en parte de Europa y Latinoamérica.
CESCE es también la Agencia de Crédito a la Exportación (ECA) española que gestiona el seguro de crédito a la exportación por cuenta del Estado en España.
En Control Integral del Riesgo (CIR) hemos apostado por la profesionalidad, la cercanía y la relación más directa y próxima con nuestros clientes. Esta conexión y mi espíritu comprometido y emprendedor es lo que me llevó a crear Cobertura Solidaria, un vínculo directo entre la propia protección que necesitan las empresas en su día a día y la necesidad de colaborar y proteger a los colectivos más vulnerables. Por ello, como siempre digo, la conexión entre ambas ha hecho que CIR sea Cobertura Solidaria y Cobertura Solidaria sea CIR.
“Durante el confinamiento fue cuando sentí que debía actuar, darle un vuelco a mi trabajo y poner en práctica todo aquello que durante mucho tiempo sentía que debía hacer”.
¿En qué momento decides que quieres darle otra perspectiva a tu trabajo? ¿Hay algo en concreto que te empuja a ello?
Hubo un momento que comencé a sentir que cada una de las cosas que hacía en mi vida, en mi día a día, en la rutina cotidiana de nuestro trabajo, responsabilidad familiar, nuestros hijos… todo lo que asumimos que debemos atender casi sin pensar, me iba llevando más y más a no ver mucho más allá. Nos hemos acostumbrado, tristemente, a mirar hacia otro lado cuando nos cruzamos con aquello que consideramos ajeno a nuestra vida. Entonces un día te das cuenta que cuando vuelves a ver a la misma persona necesitada en la calle, a la que simplemente de vez en cuando le das alguna moneda, sin ni siquiera mirarle a los ojos y que sin embargo un día decides ponerte a su altura y por fin dedicarle unas palabras, es porque sin duda algo dentro de ti ha cambiado. Y casi sin darte cuenta comienzan a aparecer personas en tu vida, que hacen lo mismo que tú o mucho más, y escuchas historias reales de vidas reales que con muy poco, con mucho menos de lo que tenemos los demás, son capaces de afrontar su vida y mirar hacia adelante.
El momento crucial para desarrollar este proyecto fue el periodo de confinamiento. En ese preciso instante fue cuando sentí que debía actuar, darle un vuelco a mi trabajo y poner en práctica todo aquello que durante mucho tiempo sentía que debía hacer. Así que en tres meses creé todo lo que a día de hoy es Cobertura Solidaria. Desde la imagen y la web hasta el contacto con las primeras entidades que había decidido que quería que formasen parte de esta iniciativa. Me centré en el entorno más cercano y en las acciones que más precisaban de nuestra ayuda en ese momento exacto.
¿Quiénes han sido tus apoyos, aliados/as…?
Desde el primer momento he sentido el apoyo de mi entorno más cercano. Desde mi familia y amigos hasta las personas de mayor confianza en mi compañía y por supuesto en mi agencia, como es el caso de mi mano derecha, Ana Fontenla. Me rodeé desde el primer momento de personas que como yo sentían las mismas inquietudes y que deseaban colaborar de cerca en todo lo que estaba haciendo. Tengo agradecimientos muy especiales dentro de CESCE, como Ana Vidal, Rafael García y muy particularmente Fernando Salazar, presidente de CESCE quien ha creído en mí y en todo lo que he decidido llevar a cabo desde mi agencia.
También he tenido la suerte de contar con profesionales como Esther Rozalén de Srta. KPI y Chema Solís, quiénes me ayudan a dar a conocer mi trabajo y acercar el valor de Cobertura Solidaria más allá de nuestro círculo más cercano.
Por supuesto el contacto con cada una de las entidades que forman parte de esta primera generación de Cobertura Solidaria. Cada una de las personas que las componen me han ido mostrando el camino y enseñando todo aquello que desconocía sobre la gestión y trabajo que se realiza desde las entidades sociales y ONG. Gracias a ellos he sido capaz de desarrollar mi iniciativa y darle la visibilidad que deseaba.
Y por último no podía faltar un agradecimiento especial a mi hermano Fran Herreros, con quien comparto el entusiasmo por nuestro trabajo y las relaciones más personales con nuestros clientes y quien me ha abierto muchas puertas para llegar hasta aquí.
¿Cómo transmites a tus clientes el valor de Cobertura Solidaria?
Mi profesión me permite crear una relación cercana con mis clientes. Nuestros servicios se basan principalmente en la confianza y el acompañamiento cercano. Ello nos ayuda a crear vínculos con los máximos responsables de las empresas. Hablarles de Cobertura Solidaria supone para ellos algo distinto, no habitual en nuestro sector, ya que les aporto un valor diferencial, haciéndoles protagonistas directos del cambio que nuestra sociedad necesita. Decirles que con lo mismo que están pagando por su cobertura de riesgo van a colaborar con el proyecto social que ellos elijan, les hacen ver la importancia de nuestro trabajo y compromiso.
Las empresas / personas que colaboran ¿estaban convencidas de antes o has tenido que convencerlas?
Todos sabemos que este es el camino más complicado porque el convencimiento es algo que debe salir desde dentro. Cada uno de nosotros en nuestro interior lo somos, pero nos cuesta saber cómo canalizarlo y darle forma. Afortunadamente sí he encontrado a personas que como yo no ha hecho falta mostrarles nada para que se den cuenta de lo necesarios que somos y de lo que podemos aportar con nuestro trabajo. Pero por supuesto también te encuentras con personas en el camino para las cuáles la acción social no forma parte de su filosofía de vida y por lo tanto es más complejo hacerles ver la importancia de esta acción. Pero quienes sentimos la acción social como parte de nuestro modo de vida es algo con lo que nos encontramos todos los días y sobre lo que debemos trabajar. Ahí reside la verdadera importancia y valor de nuestro trabajo y lo que mayor satisfacción personal nos ofrece para seguir luchando por lo que creemos que es vital para nuestra sociedad y entorno.
«Apostar por la responsabilidad social es crear valor a nuestras empresas, a nuestros empleados, a todo nuestro entorno. Es conseguir diferenciar nuestro trabajo y convertirnos en esenciales y respetables para nuestros clientes».
¿Cómo entiendes la responsabilidad de las empresas con la sociedad?
Todos sabemos que las empresas por el mero hecho de existir ya crean un valor positivo y necesario en la sociedad. La creación de empleo, la generación de riqueza, el pago de impuestos a través del cual poder garantizar la sanidad, la educación, las infraestructuras y todo lo necesario para el correcto desarrollo de nuestra sociedad, las convierten en el eje fundamental para que todo lo que conocemos sea posible. Pero sabemos que conseguir armonizar el fin económico de las empresas con los aspectos sociales y medioambientales para evitar las desigualdades sociales es un arduo trabajo que lamentablemente no es posible en toda nuestra sociedad. Y ahí es en lo que debemos trabajar las empresas y las personas que sintamos desde nuestro interior la necesidad del cambio. Apostar por la responsabilidad social es crear valor a nuestras empresas, a nuestros empleados, a todo nuestro entorno. Es conseguir diferenciar nuestro trabajo y convertirnos en esenciales y respetables para nuestros clientes. Es ofrecer prestigio para nuestra empresa, pero sobre todo, es ser fieles a nuestros principios y ejemplo para quienes nos siguen de cerca y se merecen una sociedad más justa e igualitaria para todos.
¿Cómo eliges los proyectos con los que colaboras?
En la primera fase de Cobertura Solidaria, la creada a partir del periodo del confinamiento, creí en la necesidad de colaborar con proyectos cercanos y muy enfocados a la ayuda directa a las personas que nos necesitan. Desde el primer momento he sabido que debía ser muy selectiva, puesto que mi capacidad inicial no me podía permitir aspirar a una colaboración masiva, sino muy individualizada y conociendo de cerca cada uno de los proyectos que integraba en Cobertura Solidaria. Pero la verdad es que fue más fácil de lo que inicialmente esperaba. Lo que sí quería es que hubiese diversidad, que cada uno de ellos estuviese enfocado a unos colectivos específicos y necesidades concretas: inserción laboral, vivienda y acompañamiento para personas mayores y hospitalizados, apoyo a familias y niños en procesos de enfermedad, alimentos e higiene para niños y familias necesitadas, apoyo a la integración de la mujer a través de la educación y por supuesto, los proyectos de apoyo educativo para niños y adolescentes de FISAT.
¿Cómo conociste FISAT?
Una de las cosas más maravillosas que me han ocurrido durante este primer año de Cobertura Solidaria es conocer la conexión y el vínculo que existe entre las entidades sociales. Todos se conocen y apoyan el trabajo de los otros, sintiendo un enorme respeto y amistad por las personas que forman parte de otras entidades. Y así ha sido como he ido llegando a cada una de las entidades y cómo conocí a Alicia Martí, de FISAT. Fue a partir de un evento virtual organizado por FISAT, en el que participaba Emili Altur de Novaterra y al que fui invitada. A partir de aquí fue cuando conocí vuestro trabajo, mostré mi interés por vosotros y organicé una primera reunión para saber más sobre la labor que se realiza desde vuestra entidad. Y visto el resultado, es evidente que me cautivó.
Apoyas un proyecto concreto, los PAEs: Proyectos de apoyo educativo ¿Qué te ha gustado de este proyecto?
Vivimos en un momento en el que la educación debe ser el pilar fundamental y prioritario para el desarrollo de una sociedad digna, igualitaria y con las mismas oportunidades para todos. Pero también somos conscientes de que no todos disponemos de los medios y capacidad para poder desarrollarlo. Acompañar a niños, jóvenes y adolescentes que provienen de situaciones complejas, familias desestructuradas, que están solos y sin otro acompañamiento que vosotros para ser capaces de crecer, tener un empleo, una vivienda, a fin de cuentas, una vida. Yo que tengo hijos y uno de ellos ya en plena adolescencia, sé perfectamente que acompañarlos en todo el proceso de crecimiento y conocimiento de la sociedad es absolutamente necesario si queremos evitar que pierdan el camino y puedan llegar a un lugar del que después será muy complicado salir. Mis hijos tienen la suerte de tener a sus padres, que siempre procuraremos inculcarles los valores correctos y necesarios para que sean lo que fundamentalmente deben ser: buenas personas. Pero muchos niños y adolescentes no cuentan con un referente que les sirva de ejemplo por distintas situaciones o circunstancias de sus vidas.
Y si nadie les guía, los acompaña, les enseña lo que no deben hacer ni ser, para ellos es muy fácil perderse. Pero gracias a FISAT y a todo vuestro trabajo se puede conseguir.
¿Qué aprendizaje te llevas de toda esta experiencia?
Lo primero que he podido comprobar con mis propios ojos es lo vulnerables que somos, el poco control que tenemos sobre nuestras vidas por más que creamos que no es así. Conocer historias, experiencias y vivencias de personas que forman parte de cada uno de los proyectos solidarios con los que colaboro me demuestra que todos y cada uno de nosotros nos podemos encontrar en cualquier momento en una situación de necesidad. Y que gracias al trabajo realizado por parte de las entidades sociales la ayuda que podamos precisar es posible.
Desde que decidí crear Cobertura Solidaria y la presenté en junio del 2020, todo lo que he recibido ha sido una respuesta positiva por todas y cada una de las personas y empresas a quienes les hablo del proyecto, de cómo una empresa tan pequeña como yo ha sido capaz de crear impacto social en las empresas, despertar interés y conseguir dar a conocer el trabajo de entidades sociales que hasta la fecha podían resultar desconocidas para muchos.
¿Qué nuevos retos te has marcado en este compromiso social?
Para mí es fundamental seguir despertando este espíritu en las empresas, en las personas que las componen y en todos los miembros involucrados en el desarrollo de su actividad. Dar a conocer acciones solidarias desconocidas hasta el momento por todos ellos, mostrarles la importancia de su trabajo y hacer que la familia Cobertura Solidaria sea cada vez mayor. En este momento forman parte de Cobertura Solidaria siete entidades y mi principal objetivo a corto plazo es que cada una de ellas disponga de al menos una empresa interesada en vincularse directamente con ella a través de su propia Responsabilidad Social. Además, para aquellas empresas que necesiten sistematizar todo lo referente a la RSC, les ayudaremos a trabajar en el diagnóstico y desarrollo de su propia Responsabilidad Social.
Y por supuesto, conseguir abarcar nuevos proyectos solidarios en las diferentes áreas que todavía no forman parte de Cobertura Solidaria de manera directa, como el acceso a medicamentos a países en vías de desarrollo o proyectos medioambientales concretos.
Un poco más sobre Teresa Herreros
Soy de Paterna (Valencia). Es donde nací, crecí y donde está mi hogar. Aunque durante años estuve lejos de aquí, las circunstancias de la vida me trajeron de nuevo cerca de mis padres a quiénes tengo la suerte de seguir disfrutando.
Tengo dos hijos de 15 y 12 años. Personas extraordinarias que comparten mis inquietudes, mi visión por la vida y por nuestro entorno, lo que me hace sentir tremendamente orgullosa.
Estudié Administración y Finanzas y posteriormente Comercio Internacional, complementando mis estudios con diferentes trabajos que me fueron aportando experiencia y conocimientos. Siempre me he considerado una persona inquieta, entusiasmada por aprender y autodidacta. Nunca he dejado de estudiar cosas nuevas y diferentes, incluida la Responsabilidad Social. Quizás no me he centrado en algo en particular, pero esta forma de ver la vida y ampliar conocimientos en diferentes áreas me han aportado la experiencia y seguridad suficiente para no temer nunca a los cambios y adaptarme en todo momento a las circunstancias de la vida.
Mi principal experiencia siempre se ha desarrollado en el área financiera, hasta que mi decisión a emprender mi trabajo como freelance me llevó hace diez años a formar parte de la agencia exclusiva de CESCE Control Integral del Riesgo, la cual adquirí en su totalidad en 2015 con la jubilación de mi socio y mentor, Vicente Fenollosa.