Con motivo del 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, las Plataformas Sociales Salesianas instan a aunar esfuerzos para lograr un mercado laboral capaz de ofrecer empleos dignos que construyan vidas.
Por: Plataformas Sociales Salesianas
La pandemia ha agravado la ya difícil situación del mercado laboral. Sin embargo, está evidenciado que no se trata de un problema coyuntural sino estructural que precisa de la adopción de políticas y compromisos decididos por parte de todos los agentes sociales.
Las Plataformas Sociales Salesianas consideramos que el trabajo debe ser más que un medio para sustentarse y cubrir las necesidades básicas de la vida. Entendemos el trabajo digno como aquel que permite a la persona no solo satisfacer sus necesidades básicas y las de su familia (trabajo decente), sino también desarrollarse y crecer en sus aspiraciones personales y profesionales.
En el siglo XXI se ha instalado el perfil del trabajador y de la trabajadora pobre. Ya en 2019 el informe FOESSA alertaba de que una de cada siete personas que trabajan son pobres y situaba a España como el tercer país europeo con más trabajadores entre 18 y 64 años en situación de pobreza.
Es alarmante comprobar que tener un empleo no garantiza la inclusión social ni protege ante situaciones de exclusión o pobreza.
Por ello, en el marco del Día Internacional del Trabajo, las Plataformas Sociales Salesianas queremos reflexionar sobre la importancia que tiene el empleo digno para el desarrollo de un modelo de vida digna y sobre todo, como instrumento de integración de las personas en situación de vulnerabilidad.
Cajas de experiencias para reflexionar
Con la campaña “Experiencias sin trabajo decente” las Plataformas Sociales Salesianas invitamos a reflexionar sobre las situaciones cotidianas que viven actualmente en nuestro país cerca de 11 millones de personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, bien por estar desempleadas o por tener un trabajo precario.
Con las cajas de experiencias queremos ir más allá de los datos y trasladar sensaciones y visibilizar las graves dificultades que atraviesan muchas familias.
“Escapada familiar”, “Estancia spa y relax”, “Experiencias gourmet”, “Mil y una noches para soñar”, “Conocer mundo” o “Ilusiones” ponen el foco en problemáticas como la imposibilidad de las familias de garantizar al menos una semana de vacaciones o costear actividades de ocio y tiempo libre a sus hijas e hijos, con efectos derivados como la carencia de alimentación saludable y equilibrada al cesar las becas comedor; los efectos en la salud del empleo precario que conlleva mayor riesgo de sufrir problemas psicosociales; o las carencias en la alimentación que implica la falta de ingresos económicos, unido a factores como el coste de la vivienda en España; o la mayor precariedad y desigualdad que sufren colectivos como las personas migrantes, las mujeres y la juventud.
¿Cómo entendemos el empleo desde las Plataformas Sociales Salesianas?
Desde las Plataformas Sociales Salesianas se entiende el TRABAJO DIGNO cuando permite a la persona cumplir con las siguientes condiciones de vida.
- Hacer frente a sus necesidades básicas y las de su familia.
- Proyectarse personal y profesionalmente. Visión de futuro.
- Sentirse reconocido en su lugar de trabajo y en la sociedad.
- Satisfacer nuevas etapas de crecimiento en su vida.
Por todo ello, desde las Plataformas Sociales Salesianas nos sumamos al manifiesto Iglesia por el trabajo decente que en 2021, con el lema «Ahora más que nunca, trabajo decente», señalamos que ha llegado el momento de adoptar políticas y compromisos en favor de empleos dignos, sostenibles e inclusivos.
El empleo digno sí que incluye
Desde las Plataformas Sociales Salesianas se desarrollan programas y líneas de actuación que inciden sobre la mejora de la empleabilidad de las personas en situación de vulnerabilidad, especialmente jóvenes, mujeres y personas migrantes. A través de una atención individualizada se desarrollan itinerarios de inserción en colaboración con empresas en su papel de agentes de cambio.
En paralelo, se trabaja por una atención integral de las personas a través de otros recursos, y en colaboración con otras entidades, para ofrecer servicios de orientación social, jurídica, psicológica, formación para la inclusión, igualdad, sensibilización y viviendas de emancipación, entre otros.